domingo, 8 de noviembre de 2020

EL JUEGO DEL SEDUCTOR

 

Publicado en la revista "Internal Auditor"-Octubre 2020.

Inteligente, innovador, ingenioso, encantador, persistente, optimista, audaz, adaptable y con conocimiento de los negocios, estos son a menudo los rasgos clave de un líder.

Pero, ¿y si esos rasgos enmascaran otras características menos ejemplares, como ser manipulador, engañoso, intrépido, creerse intocable, y a la vez carecer de todo sentido de integridad, honestidad y empatía? Desafortunadamente, estos rasgos pueden coincidir en la misma persona.

La combinación única de estos rasgos de la personalidad define a un seductor, lo que puede verse en los estafadores de hoy en día como Elizabeth Holmes, de Theranos, y Billy McFarland, del Fyre Festival. Dentro de la metodología de la Seducción del fraude, la seducción se refiere a un proceso psicológico que a menudo desempeña un papel importante en los fraudes contemporáneos.

Por tanto, es importante que los auditores internos entiendan la seducción del fraude y cómo se relaciona con la prevención, detección e investigación del fraude dentro de sus organizaciones.

LA SEDUCCIÓN DEL DIAMANTE DEL FRAUDE

Durante décadas, los auditores internos han confiado en los elementos del Triángulo del fraude (presión, oportunidad y racionalización) para comprender el fraude y desarrollar controles internos que limiten el riesgo de fraude en sus organizaciones.

Mientras que los expertos han proporcionado alternativas al Triángulo del fraude, se puede utilizar un nuevo enfoque para entender y prevenir las últimas variaciones del fraude, lo que llamamos grandes fraudes.

Estos grandes fraudes, como el Fyre Festival, Theranos, Volkswagen y Wells Fargo, son similares a sus contrapartes tradicionales, sin embargo, las diferencias se hacen evidentes ante la debida evaluación. Fue a través de esta evaluación que nos dimos cuenta de las limitaciones del Triángulo del fraude y desarrollamos una herramienta para reemplazarlo: la Seducción del diamante del fraude (Ver “La seducción del diamante del fraude”, en esta página).

Existen diferencias entre el enfoque del Triángulo del fraude y la metodología de la Seducción del fraude. Primero, es importante entender la intención original de Donald Cressey, a quien se le atribuye la creación del Triángulo del fraude. Como criminólogo, Cressey quería entender por qué empleados de confianza, sin un historial de comportamiento poco ético o ilegal, decidirían traicionar a sus empleadores.

Así que, después de excluir de su estudio a toda persona con antecedentes penales o un historial de conductas poco éticas, Cressey entrevistó a delincuentes primarios presos por malversación a fin de determinar cualquier similitud entre ellos y tratar de entender sus motivaciones. Sus observaciones y sus aportes clave dieron como resultado los conocidos atributos del Triángulo del fraude. Pero los objetivos y parámetros del estudio señalan limitaciones obvias en la aplicación del Triángulo del fraude a una amplia gama de modernos esquemas y perpetradores de guante o cuello blanco.

La principal debilidad del Triángulo del fraude es su criterio de comenzar con una persona honesta, una persona que necesita una combinación de motivaciones y circunstancias específicas para cometer un fraude. El Triángulo del fraude no explica por qué la mayoría de las personas involucradas en los grandes fraudes no tenían un historial de actividades delictivas o comportamientos poco éticos, y sin embargo cometieron un fraude a pesar de que no había circunstancias que justificaran su conducta.

LA PSICOLOGÍA DEL FRAUDE

La metodología de la Seducción del fraude examina el comportamiento humano y la toma de decisiones éticas relacionadas con el fraude. Al usar esta metodología, los auditores no solo se basan en el entendimiento tradicional dentro de la comunidad que engloba la lucha contra el fraude y la auditoría, sino que también incursionan en los campos de la psicología analítica, la psiquiatría, la literatura, la filosofía y los estudios religiosos. Combinando estas áreas de estudio divergentes se puede cerrar la brecha entre la prevención del fraude, la ética y el comportamiento humano.

Como proceso psicológico, la seducción ha existido desde el inicio de los tiempos. Se describe en las escrituras religiosas del Jardín del Edén; en las crónicas históricas del poder y control de Cleopatra; y en el uso detallado de la seducción por parte de Giacomo Casanova en el siglo XVIII como herramienta para cometer fraudes, estafas e ingeniería social. Desde temprana edad, Casanova comprendió la importancia de leer las emociones de los demás, lo que le permitió manipular y engañar, y convertirse en uno de los estafadores más infames de la historia.

Para entender el verdadero significado de la Seducción del fraude, es necesario quitar el velo del comportamiento humano normal para mirar seriamente a la fibra más íntima de las personas para darse cuenta de sus verdaderas motivaciones.

El Diamante de la seducción del fraude comienza con una tentación, que podría implicar algún tipo de presión, aunque no necesariamente. Una vez que se establece la tentación, comienza la siguiente parte del proceso psicológico: el engaño. El objetivo de la seducción es ganar poder y control sobre la persona estafada, no a través de la fuerza, sino mediante una sutil coerción.

El objetivo del seductor es hacer que las víctimas se sientan como si tuvieran el control y tomaran decisiones por sí mismas, para su propio beneficio. Solo tras haber sido expuesto el fraude, la ilusión se hace evidente. Por tanto, los seductores pueden utilizar la Seducción del fraude para cometer un fraude ellos mismos, o bien pueden utilizarla para convencer a otras personas de que cometan un fraude o realicen acciones poco éticas sin su pleno conocimiento o comprensión.

ATRIBUTOS DEL SEDUCTOR

La comprensión de los atributos de la Seducción del diamante del fraude y su aplicación a través de procedimientos de auditoría pueden ayudar a diseñar controles internos eficaces. Aunque todavía existen fraudes simples, como cuando un empleado confiable del área contable roba para pagar la adicción al juego de su marido, ya dejaron de ser los mayores riesgos para la organización.

Son los estafadores seductores de la actualidad los que con mayor probabilidad causarán confusión en una organización en una multitud de niveles: financiero, de reputación, legal, de cumplimiento, etc.

Si bien muchos de los rasgos de la personalidad del seductor son atributos positivos, son los rasgos que faltan los que causan problemas. Por ejemplo, faltan integridad, lealtad y empatía, lo que debería ser una notoria señal de alerta para un auditor. La audacia sin integridad puede fácilmente tornarse malvada. Además, cuando la audacia se combina con cualquier otro atributo de la personalidad negativo o con un trastorno de la personalidad, como el narcisismo o la psicopatía, puede representar una amenaza considerable para una organización.

Mientras que la oportunidad es el atributo más obvio de la Seducción del diamante del fraude y del Triángulo del fraude, la principal diferencia radica en que, en el primero, la oportunidad puede crearse, mientras que el segundo implica que la oportunidad ya debe existir. Es la audacia sin límites la que permite a un posible estafador explotar las oportunidades existentes o, si es necesario, crear nuevas oportunidades. Además, en muchas de las estrategias de ingeniería social actuales, los estafadores utilizan la manipulación psicológica para alcanzar sus objetivos.

INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS

Otra debilidad inherente al Triángulo del fraude es que se basa en una conciencia funcional. La conciencia está destinada a advertir a una persona cuando toma decisiones cuestionables antes de vulnerar un límite interno. Incluso cuando una persona tiene una conciencia, su brújula moral podría ser defectuosa. Por ejemplo, cuando durante un estudio de investigación pedimos a los estafadores que explicaran si no sentían la conciencia intranquila mientras planificaban el fraude, hubo respuestas recurrentes: “Sí, pero solo durante unos minutos”. Por lo tanto, los auditores internos deben considerar la posibilidad de que la conciencia de un perpetrador podría impedir el correcto funcionamiento de su brújula moral.

Una conciencia defectuosa podría ser un signo de narcisismo, pero no toda persona narcisista o que tiene rasgos de una personalidad narcisista es un estafador, y viceversa. Por tanto, es crucial ser conscientes en cuanto a las conclusiones que no se sustentan con pruebas objetivas. Aquí es donde las habilidades de investigación de un auditor pueden afirmar o disipar cualquier preocupación inicial.

Junto con el narcisismo, una brújula moral defectuosa explica una acrecentada asunción de que se tiene tal o cual derecho, un atributo clave de la Seducción del diamante del fraude. El engrandecimiento personal, que según estudios recientes es cada vez más común en la sociedad actual, a menudo conduce a que las personas asuman que tienen ciertos derechos; un criterio utilizado para diagnosticar a una persona con un trastorno de personalidad narcisista.

La última debilidad del Triángulo del fraude es que la privacidad de un empleado hace imposible que los auditores internos y la gerencia entiendan o analicen las presiones externas sobre ese empleado. Esto no significa que las organizaciones necesiten o deban realizar perfiles psicológicos de cada empleado en la organización, pero, como mínimo, los auditores internos deberían agudizar sus habilidades de discernimiento utilizando el enfoque de la Seducción del fraude. El uso de la Seducción del diamante del fraude permitirá a los auditores estar atentos a las potenciales señales de alerta de comportamiento. Si una persona está bajo observación cuidadosa, y la cantidad de señales de alerta comienza a acumularse, los auditores pueden considerar qué acciones, si corresponde, deberían tomarse.

ACTUALIZAR SU CAJA DE HERRAMIENTAS

Los auditores internos deben entender que las personas no necesariamente encajan en el marco definido por el Triángulo del fraude. Al actualizar su caja de herramientas profesionales para mejorar su análisis, lo auditores internos pueden entender mejor el comportamiento humano y detectar potenciales señales de alerta relativas al comportamiento que podrían ser indicadores del próximo gran fraude. Los auditores internos pueden utilizar las ideas proporcionadas por la Seducción del diamante del fraude para prevenir escándalos similares en sus organizaciones.

Fuente: Sanya Morang, CIA,CRMA, CFE, CCEP. Citado en la revista “Internal Auditor”. Octubre 2020. Pag.54 y 58.


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